Diane Hannon, del norte de Gales, cuidaba del peludo y blanco Paws (patas) el pasado verano, mientras su amigo Duncan Carthy estaba fuera.
La mujer, que padecía una depresión, dijo a un tribunal galés que discutió con Carthy antes de que él se fuera, por lo que se sentía herida y enfadada.
Entonces metió en la lavadora al animal de seis años, que estaba sordo, y la puso en marcha. Paws murió de un ataque al corazón, y sufrió quemaduras y pérdida de su pelaje.
El inspector Kevin Patin de la Real Sociedad Británica para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés), dijo en un comunicado: "Este es el peor acto de crueldad deliberada que he visto nunca".
Hannon, que en diciembre reconoció haber causado un sufrimiento innecesario al gato, no podrá poseer un animal de compañía nunca más.
1 comentario:
eso es asquerosamente terrible!, hay que estar increiblemente enfermo para causar tanto daño a un animalito, por mucho que hubiese querido hacer sufrir a su novio el irse en contra del gatito no tiene excusa...
ella es un peligro publico y requiere un sicólogo ...
quizás que otra cosa decida meter a la lavadora...
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