viernes, enero 25, 2008

Un grupo de presos está a punto de grabar su primer disco


Es lo que hay. Así se llama el grupo que nació en la cárcel bonaerense de General Alvear y que está a punto de grabar su primer disco, en un acontecimiento cultural al que no se le conocen antecedentes.
Ya agendaron lugar y fecha: será durante los primeros días de febrero próximo, en el estudio que un conocido sonidista posee en la ciudad de Luján.
“Los internos Federico P. y Marcelino B. le dieron forma a un proyecto que arrancó con nueve alumnos de distintos sectores del penal”, explicó su director Leopoldo Morquillas. Los presos vienen de corrientes musicales distintas: uno cosechó sus experiencias en el ambiente del rock, y el otro es cultor del chamamé.
Se entusiasmaron, le dieron para adelante y fue así como nació esta banda que ya tuvo su debut en público. “Fue en el cierre del receso invernal, cuando tocamos ante más de 150 personas”, dijo Federico (38), una de las voces. En aquella oportunidad, también se presentó el folclorista Martín Taboada, de reconocida trayectoria en grandes festivales (inclusive el de Cosquín), que les regaló instrumentos y los incentivó para que formaran el grupo.
Otro paso importante lo dieron en vísperas del Día de la Tradición, a principios de noviembre último, cuando Taboada visitó la Unidad 30 para entregarles los diplomas que acreditaban su paso por el taller. Luego sobrevino una actuación, ya ante un auditorio más numeroso (y con difusión a través de una radio).
La presentación fue exitosa y los comentarios llegaron a oídos de este sonidista del rock nacional que les propuso grabar.
Es así como Federico P., Cristian C., Germán C. y Humberto E. tendrán posibilidades de llegar a las radios con temas folclóricos y de rock nacional, algunos de su autoría. “Tres tocan la guitarra y uno el teclado. Cristian y yo cantamos”, explicó Federico.
Además de las letras propias, el grupo interpreta canciones de Los Piojos, Los fabulosos Cadillacs, JAF, Andrés Calamaro y Ricardo Arjona. Y, sin duda, se lo toman muy en serio, tanto que ensayan todos los días en el aula de música de la escuela de la cárcel.
“¿Qué opina el resto de los presos? Están contentos. De los pabellones nos llaman para que vayamos a tocar. Y nunca faltan los clásicos folclóricos”, indicó entusiasmado Federico.
Elvis Presley inmortalizó al Rock de la cárcel y, desde la cárcel, ellos buscan abrirse camino en el mundo de la música.

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