El querellante es Karl Spandl, un mecánico de 50 años que fue al Hospital Troisdorf de Bonn tras desarrollar un absceso en su pene. El médico que lo atendió optó por extirparle el prepucio, con el objeto de evitar que la infección de extienda.
Spandl afirmó: "cuando me levanté, nuevamente entré en shock, yo nunca dije que podían quitarlo. Ahora no tengo sensibilidad en el miembro, mi vida sexual ha sido totalmente arruinada".
Por tal motivo, el mecánico exige 27 mil dólares de indeminzación para someterse a una segunda operación de su pene, consistente en la reconstrucción de la piel extirpada mediante membranas extraídas del interior de su boca. Solo resta que la Alta Corte Regional de Bonn expida su veredicto. |
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