Ocho presos argentinos fueron liberados por orden de un juez de la provincia de Santiago del Estero a causa de la ola de frío que se abate estos días sobre Argentina, para evitar que pasaran la noche en las gélidas y desprotegidas celdas, con el consiguiente riesgo de morir de frío.
"Tomé la decisión porque hubo una sensación térmica de 12 grados bajo cero", dijo el juez de instrucción Gustavo Herrera en declaraciones a la prensa, tras recordar que los liberados estaban acusados de delitos menores (como hurto, amenazas o lesiones leves) y que (a falta de una indagación completa) carecían de antecendentes penales.
"Las celdas no tienes puertas, sino barrotes, y el frío es realmente intenso", señaló el juez. Los detenidos solo pueden abrigarse con las mantas que les traen sus familiares, ya que no se les da ningún artículo de abrigo. Como el resto del país, hace una semana que la norteña Santiago del Estero soporta heladas sin precedentes, con una temperatura mínima de hasta nueve grados bajo cero y una sensación térmica aún más baja.
En Chile para ir a la cárcel hay que tener carnet.
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